Destrucción y transformación
Abolir todo aquello que no está sustentado desde las bases de la autenticidad es la primera orden divina de la agenda de este año, y al comenzar diciendo esto no deseo alarmarte, si no prepararte.
Esto conlleva al rompimiento de asociaciones, vínculos sociales o amorosos que ya no son en nuestro mayor beneficio ni el de los demás y esto no quiere decir que las personas o las situaciones “sean malas” para nosotros, simplemente que no están en nuestra mis frecuencia y sintonía, y que para que cada una tome su propia senda y encuentre su propio propósito, hay que separarse y cada uno tomar su ruta.
Estas desvinculaciones también se dan en lo material, emocional o mental, deconstruyendo todos los sistemas de creencias limitantes a los que hayamos estados sujetos que no nos permitan expresar nuestra verdad y autenticidad.
Suena como un hermoso y maravillo caos sí, pero el caos es necesario para re-acomodar las piezas donde cada una va y en el lugar perfecto, amoroso y próspero que le corresponde.
Así que no te alarmes, solo ten en mente que cada gran transformación conlleva a un desprendimiento de todo aquello que ya no somos, para simplemente ser quienes hemos venido a ser.